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Recreación de la Cueva Molde

Encontrar un fósil es como encontrar un insecto o un pétalo de flor entre las hojas de un libro. Este tipo de cuevas, oquedades o moldes de árboles fósiles, son muy frecuentes en esta zona de la Demanda.

Los árboles quedaron enterrados, en su día, por capas y capas de sedimentos y materiales de hasta cientos de metros. El proceso de mineralización se produce por la fuerte presión y la infiltración de sales minerales de sílice que sustituyen la composición molecular de la madera hasta convertirla en piedra, el interior suele desaparecer por la acción de los agentes atmosféricos y climatológicos cuando emergen al exterior, quedando el molde compuesto por materiales pétreos más duros dejando huecos con fragmentos de corteza arbórea adheridos a la costra que actúa rodeándolo como un sudario, preservando la forma original del árbol.

Sus tamaños varían desde los diez o veinte centímetros a diámetros de un metro o incluso, caber una persona en su interior como es el caso de la "cueva de los moros" aquí en el pueblo o el que se encuentra en el paraje de San Marcos.

Con esta recreación se pretende también, dar una oportunidad de conocer el interior de estos moldes, a personas con capacidades físicas limitadas, ya que estos moldes se encuentran ubicados en entornos de difícil acceso.

Salida de la Cueva Molde

Nos encontramos en la salida de la réplica del molde de árbol fósil, en tres paneles retroiluminados, que amplían la información sobre la formación y origen de estos moldes. Podemos ver fotografías de ejemplos de la zona de Hacinas en los paneles y en la pantalla táctil que contiene un pase fotográfico de estos moldes y una visita virtual a una de las cuevas moldes.

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